Prehistoria en La Nucía:
Los primeros pobladores de esta zona vinieron atraídos
por las frondosas tierras y los manantiales de agua situados sobre un
promontorio, donde se situaría el futuro pueblo de La Nucía. Un enclave cerca
del mar y la montaña en un lugar privilegiado, cruce de caminos para acceder a
las distintas vertientes del Valle de Guadalest, tanto en el pasado como en el
presente.
De los Íberos a la Independencia:

Nuestra Historia Contemporánea:

Basada su prosperidad en los recursos de una tierra fértil, ésta no bastó para asegurar el crecimiento demográfico del siglo XIX, que obligó a emigrar a muchos jóvenes. En esa búsqueda de trabajo por otras provincias españolas, países o continentes, los nucieros demostraron ser hábiles en profesiones difíciles como la cantería o la charcutería y también asumieron los más variopintos trabajos en lugares tan diferentes como Filipinas, los Estados Unidos, Argentina o, más cerca de casa, en Argelia.
Podemos pensar que esta difícil etapa era la última fase del aprendizaje necesario para poder llegar a ser ese pueblo que destaca hoy por su sentido de la acogida. Así lo viven numerosas familias de otras regiones españolas y de muchas naciones extranjeras que buscan aquí una vivienda como segunda residencia o para habitarla durante largas temporadas cada año. Como si, junto a la bondad del microclima, les sedujera el ánimo cálido que aquí encuentra cualquier persona, en un horizonte abierto y plural como lo han sido las páginas de esta larga historia.